Pequeño Ruiseñor

A ti ruiseñor, cantor

que has dedicado tu verso,

tu tiempo y tu alegría

al saludarme con

gusto refinado cada día.

Alegre siempre y además conversador,

bonitas cualidades que aplicas cada día

haciendo las horas más divertidas.

No dejes de cantar
aunque algunos no lo entiendan,

pues habrá seguro,

otros vecinos que a gusto

escucharán tus bellos trinos 

y puede que al oírlos

se sorprendan.

Adelante pues,

que como tú bien pías,

la existencia anda y tenemos

que seguir sin perder

comba viviendo en la amistad,

y sano es que la vida

manda mi querido compañero.


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