NIEBLA

A ciegas me ha dejado la niebla,

escondido el sol se encuentra,

desaparecidos los árboles

que intenso verde iluminaban,

sonidos y sombras cabalgan

por donde descalza

caminos recorre pegada

al asfalto y paja

anulando panorama.

Los perros aúllan

y sus cuerpos de miedo tiemblan

al apreciar los fantasmas

que como niebla se acercan.

Los ladridos no los espantan,

agarrados a estos, humedecida

de frío dejan sus capas.

Saltan para abordar,

inquietos no encuentran

donde poder posar,

aturdidos, no saben callar.

Como una gran nube de tabaco,

me quedo esperando

al fino viento para que este

lleve al fantasma inocente.

Brumosa y rencorosa,

mi caminar descontrola

y mis pisadas evapora,

si ahora me pierdo,

seguro no me encuentro.

Cuando esta despeje,

de nuevo el verde

volveré a ver,

caminar la gente

y los escondidos aparecer.

¡Qué raro es deambular en la niebla!


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