Luces
de noche para indicar mi camino,
no
sé si cierto, pero yo te sigo,
no
te pierdo ni un solo segundo,
solo
el mirarte me deja desnudo.
Tu
mirada me cautiva, te persigo
sin
cesar para poder llegar a mi destino,
seguro
no me perderé y llegare
allí
donde seguro gente encontraré.
Perdido
nunca me encontré,
dijo
así un andante de estas
aguas.
“Que no te temiera, que
te
siguiera, que te siguiera a ti,
la
luz más bella”. Si, así dijo
con
suspiro mientras te miraba.
He
llegado a notar, que cuando
el
mar y el cielo se funden en la negrura,
las
estrellas y tú en concreto,
brilláis
más al estar fuera
de
la contaminación ambiental,
pues
casi es como si se pudiera
navegar
por el cosmos a bordo
de
una brillante e inagotable nave espacial.
En
estos momentos eres mi guía,
la
que me va a acompañar
hasta
llegar espero no tarde,
a
reencontrarme ya con parte
de
ti cuando duermas.
Como
una señal en un faro,
me
has señalizado el paso
y
me has puesto a salvo.
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