ENVEJECER

ENVEJECER

Dicen que llevamos armazón,

armazón de huesos y pellejo,

y encima, una cabeza

que ya no es lo que era.

De vida recorrida y vivida,

he de decir que he envejecido

gracias a lo vivido.

Esperanza llevo conmigo,

por ello digo: que quizás

en algún momento he caído

en la tentación de lo prohibido.

Órganos viejos y cansados

de vez en cuando son operados

con el fin de seguir dando el paso.

Los latidos de mi corazón

ya no son lo que eran,

estos alterados me despiertan

como si se tratase de una guerra,

y otros en silencio, parecen

estar más cerca del cielo.

Caminares ralentizados

son por el cansancio de los años

que uno lleva caminados.

Huellas de la vida en mi rostro

son las que con agrado acojo

para llevar con gozo

hasta la llegada sin sollozo

al templo del reposo.

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