Como un tesoro, un
lienzo guardo
de fotografías del
presente y del pasado.
A color o en blanco
y negro,
de una vida ya
existida.
Carcajadas a la vez
que añoranza,
al observar los
retratos de una niñez pasada
y una madurez hoy
ya más sosegada.
El tiempo se ha posado con rigor,
ahora nos observan
rostros
envejecidos y
detenidos
en la distancia de unos espejos milagrosos.
en la distancia de unos espejos milagrosos.
Retratos a los que hoy
doy derecho a que
jueguen
con mis entrañas y
alboroten mi
placidez.
Lo visto hoy plasmado en papel,
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